







Último repecho y llegamos a la cima del Lerdengibel.


Ahora nos toca desandar parte del camino y subir al Corona, que está enfrente, y cuyo buzón tuvimos que buscar y rebuscar, ya que está en el suelo, en medio de los arbustos.


Y después del frío pasado, decidimos que qué mejor que entrar en calor con unas buenas judías pintas, así que nos fuimos al Hostal Haizea en Espinal, a darnos un buen homenaje.


No hay comentarios:
Publicar un comentario